«Estoy enamorado de 4 babys. Siempre me dan lo que quiero. Chingan cuando yo les digo. Ninguna me pone pero».
«La primera se desespera, se encojona si se lo echo afuera. La segunda tiene la funda y me paga pa que se lo hunda. La tercera me quita el estrés, polvo corridos siempre echamos tres. A la cuenta de una le bajo la luna pero ella quiere con Maluma y conmigo a la vez».
«A todas yo quiero darle. Me tienen bien confundio. Ya no sé ni con cuál quedarme. Y es que todas maman bien. Todas me lo hacen bien. Todas quieren chingarme encima de billetes de cien».
(«Cuatro Babys», tema reggaeton del cantante, por llamarlo de alguna forma, Maluma)
En septimamenor intentamos no ser anti-nada, pero el reggaeton tiene su tela.
Independientemente de su ritmo machacón y agobiante, hay una rama muy comercial de este estilo que ha degenerado. Sus letras son machistas y denigrantes. Lo más triste es que el vídeo de «Cuatro Babys» en Youtube tiene tropecientos millones de visualizaciones (ojo!, aún más tiene otro temazo: «Despacito»).
Parece que cuanto más machista es la letra, más éxito tiene. Y todo esto respaldado por grandes compañías: discográficas, emisoras de radio, estadios de fútbol…
El objetivo es claro: ring-ring caja! Si esta canción hiciera apología del fascismo ya estaría prohibida. Para vomitar!
He empezado este artículo con actitud suave, pero mi opinión sincera, a pecho descubierto, es que ni acepto ni tolero el reggaeton. Como dice mi coach Borja, casi prefiero que no me toleres.
Si aceptara el reggaeton, consideraría dicho estilo tan legítimo como otros estilos que sí me gustan. No acepto el reggaeton!!!!
Si tolerara el reggaeton, lo contemplaría como algo no legítimo, algo que no es mi verdad, pero sin embargo lo tendría en consideración. No tolero el reggaeton!!!!