
En ocasiones un disco consigue tocarte el alma y se convierte en tu compañero de viaje. Este es el caso del LP que vamos a comentar hoy. «Zarpasaurio» resume la esencia del rock entre sus surcos: guitarras afiladas, buenas melodías, letras que describen el estado de ánimo de una sociedad que continúa igual que siempre, buenas composiciones y una serie de canciones que no te cansas de escuchar una y otra vez.
Vamos a situarnos en la época en la que se gestaban estas canciones con un comentario del mismo Vicente Feijóo:
«En Agosto de 1980 por fin salí del servicio militar, con muchas ideas que había ido madurando. En esos momentos mi hermano Eduardo, el bajista y Jesús Martinez, el batería, aún estaban en la mili y les quedaban unos 6 meses para salir. Fueron unos meses que junto a Javier, los pasamos contrastando mis ideas e intentando montar alguna canción. En ese momento ensayábamos en una pequeña planta baja en medio del centro del casco urbano de nuestra localidad y cuando íbamos Javier y yo generalmente al rato llamaba la policía para llamarnos la atención. Fíjate, habíamos dado nuestro tiempo por la patria y ahora la patria no nos permitía que utilizáramos nuestro tiempo en hacer lo que nos gustaba, así que decidimos buscar otro local. Todo esto coincidió con la salida de Eduardo y Jesús y encontramos una vieja casa a la entrada de nuestra población; allí comenzamos a componer basándonos en las ideas que yo había traído, lo que serían los temas que están incluidos en este trabajo «Zarpasaurio». Aquella época fue muy productiva e hicimos más de 60 actuaciones tocando esos temas por toda nuestra comunidad y otras comunidades y ciudades, como Aragón, Guadalajara… Los temas de «Zarpasaurio» llegaron a ser muy populares entre nuestros seguidores. Grabamos una maqueta, fuimos a Madrid con ella y no conseguimos nada, todo fueron negativas de los sellos. Un tanto desencantados decidimos seguir nuestro camino hasta finales de 1982 en la que pudimos editar otro trabajo, «Angeles o Demonios». «Zarpasaurio» nunca vio la luz en ninguna grabación, ahora tú me dices que estas disfrutando mucho de él, pues fíjate el criterio que tenían antes, y supongo que ahora, para juzgar a un trabajo musical.»
En las notas que acompañan al LP podemos leer:
«Tras una larga gira que duró un año, Zarpa dejaron sin editar una colección de canciones, que por la falta de sello discográfico y de medios económicos nuca llegaron al público. Rescatados los temas por Vicente Feijóo y grabando la voz en 2001, ya que se había perdido casi todo el material, el trabajo cobra forma como si saliera a la luz en aquella época.»
Desde la canción que abre el disco, «Volar», hasta la que lo cierra «El carnicero», pasando por cada unos de los 11 temas que componen este LP, encontraremos buenos riffs de guitarra, buenas melodías, letras reivindicando situaciones, que ocurrían hace más de 30 años y siguen estando vigentes hoy en día, y sobretodo honestidad.
Temas a destacar, «Mundo que arde», «Pasemos a la acción», «Paseando por las calles de mi ciudad» y «Sin salida». Me parace un disco muy completo, homogéneo y que ni sobra ni falta ningún tema. Las canciones que componen este Lp son:
ZARPA «Zarpasaurio» (1981) – (Lullabye 2012)
Cara A:
- Volar
- Mundo que arde
- Recorrido viernes 25
- No me mires Caín
- Pasemos a la acción
- Paseando por las calles de mi ciudad
Cara B:
- Sin salida
- Zarpasaurio
- Lo podemos hacer
- La vida futura
- El carnicero
La formación que grabó estos temas fue:
- Vicente Feijóo: Voz y guitarra solista
- Javier Hervías: Guitarra y coros
- Eduardo Feijóo: Bajo y coros
- Jesús Martínez: Batería
El diseño gráfico y el arte de la portada es de Vicente Feijóo.
«Zarpasaurio» me parece un LP a la altura de sus compañeros de viaje por el rock que se hacía en este país en aquella época, como por ejemplo, «Prepárate» de OBUS o «Larga vida al R&R» de Barón Rojo, todos ellos editados en 1981. Muy recomendado para los amantes del buen rock hecho desde el corazón. Más vale tarde que nunca, y como dice Vicente, se ha hecho justicia editando este disco. Larga vida a Zarpa!